¿Quién es más fetichista, el que ama algún tipo de desviación o el que fomenta tales intereses en su pareja? Pienso que ambas. Entonces, esta madura rusa de culo gordo se encuentra en la posición de su pareja, que se vuelve loca por las piernas de las mujeres. En los intervalos entre el sexo oral y el sexo, ella no sólo patea la polla con los pies, sino que también le deja drenar la humedad masculina vivificante sobre sus talones agrietados. El resultado fue un polvo casero caliente con matices de fetiche de pies, que satisfizo tanto al hombre como a su experimentada dama.