Elsa Jean asustada está de pie detrás de la pared con un bate de béisbol en sus manos mientras un ladrón enmascarado roba su casa. En algún momento Elsa intenta atacar al chico, pero lo reconoce. Este negro trabaja para su padre. Es un tipo bastante agradable, por lo que se disculpa y explica que tiene grandes problemas de dinero. Elsa lo busca, tratando de encontrar todo lo que tomó, pero encuentra algo más interesante. Este tío tiene una gran polla negra, por eso la guarra Elsa comienza a chuparla con avidez. Luego, esta nena blanca apretada se acuesta en un sofá para ser follada por este amigo. Después de una intensa y profunda follada de perrito, misionero y vaquera, toma un bocado y se lo traga todo.