La vida de una prostituta tiene sus altibajos, a menudo denominados "las ventajas del oficio", pero no todos los días experimenta estos problemas; hay días tremendamente emocionantes, llenos de luces, fiestas, alcohol y hasta buenos regalos. Este cliente en particular es uno de los buenos, porque no solo quiere convertirse en un "asiduo" sino que también es amable y tranquilo, de los que actúan como si fueran tus amigos y a la hora de follar, te hacen explorar deliciosamente. Con él el dinero es lo segundo mejor que te puede pasar durante el día y hoy recordó, porque está en la ciudad y quiere tener un cuerpo sexy y familiar para pasar la noche..