Mi esposa salió hoy a comer y le dije que prefería descansar. Cada vez que mi esposa sale de casa, es un buen momento para meter mi polla dentro de la vagina de mi cuñada. Es una mujer solitaria, no tiene pareja y hace mucho tiempo que descubrí que me quería en silencio. A veces pienso que debería haberlo ignorado y evitar problemas con mi esposa. Pero la verdad es que no quería. La sola idea de que mi cuñada tuviera pensamientos sexuales conmigo me hacía sentir deseada, me excitaba. Así que un día cuando salió mi esposa, abracé a su hermana y froté mi entrepierna con su trasero. A partir de ese día, aprovechamos cada momento para follar y tener un buen orgasmo en la cocina.