Una pareja rusa de jóvenes amantes se ha interesado recientemente por el porno amateur, donde pueden ganar dinero. Decidiendo que ellos también tienen algo que mostrar al público, la rubia habla de la falta de planes y luego sugiere ir a la naturaleza. Pero el deseo de follar es muy fuerte, por eso la pareja va a la clínica, donde en el baño la chica se quita las bragas rosas y se masturba un poco, para luego alimentar la lujuria del tío con una mamada. Al darse cuenta de que esto no es suficiente, los socios llegan a un campo abierto en la montaña, donde se entregan a un polvo caliente con una última inyección de esperma en la boca.