Si aún dudas de que la adicción a los juegos de computadora sea una enfermedad real, mira este video. La linda chica no se enganchó inmediatamente a la consola. Al principio solo jugaba con amigos, luego se compró una consola y, un poco más tarde, pasó días enteros en el mundo virtual. Ahora está tan congelada que ni siquiera presta atención a cómo el chico le mete la polla en la mejilla y luego se la folla por completo por detrás. La niña continuó jugando tranquilamente mientras la miraban desde atrás y luego la cubrían de esperma por toda la cara. Quizás si el chico le hubiera disparado su esperma en el ojo, ella habría bajado el joystick durante al menos un minuto para recuperar la visión.