A menudo veía negros con pollas enormes burlándose de los japoneses por sus pollas pequeñas. Pero estas grandes cosas de las que los negros están tan orgullosos asustan a la mayoría de las chicas tanto como hacen reír a los niños muy pequeños. Y mientras blancos y negros se divierten y bromean, los asiáticos se joden tranquilamente y no conocen el dolor. La profesora japonesa de inglés no tiene nada en contra del coñito de una alumna. Al contrario, ella lo saca alegremente de sus pantalones, lo pajea y lo lame, llegando a veces hasta las bolas y chupándolas apasionadamente. La profesora también está contenta porque tiene la vagina estrecha y las pollas grandes simplemente le causarán molestias.