Alguien puede decir que no existe la amistad femenina y citar como ejemplo muchas situaciones en las que un chico se convirtió en un obstáculo entre las chicas. Sin embargo, estos amigos demuestran que, en aras de una amistad sólida, están dispuestos a compartir lo más importante: un tronco masculino fuerte y nervudo. Curly y su amiga rubia se ponen a cuatro patas por ambos lados y presionan sus labios contra el pene, haciéndose una sensual doble mamada. Los polluelos no se olvidan de las pelotas, lo que multiplica por diez las sensaciones placenteras del niño.